Encuentros y desencuentros con la vida y sus eventos

Inauguración del Quinto Encuentro de Escritores por la Tierra

Tras unos días intensos de mucho trabajo con la organización de dos eventos muy importantes, el Encuentro de Escritores por la Tierra y los Premis Ones Mediterrània, hago ahora balance con calma. El Encuentro celebrado en Tarragona ha llegado a su quinta edición que es, sin duda, la de la consolidación. No ha sido fácil coordinar la llegada de más de cien persones procedentes de una decena de países y conseguir que se sintiesen como en casa asistiendo a la multitud de actos que han configurado esta ágora constante sociocultural.

Al Encuentro se le ha sumado la decimoctava edición de los Premis Ones que ya alcanzan su mayoría de edad y que hemos ido celebrando, sin pausas y con muchos esfuerzos, reconociendo la labor de los que trabajan por mejorar este mundo a nivel medioambiental, desde la cooperación y la solidaridad. Los más pesimistas, y otros que piensan siempre en negativo, auguraban el final de un acto que se ha mantenido y se mantendrá porqué las ganas de seguir adelante jamás se entorpecen por más que haya quien quiera poner zancadillas.

La complicidad de los amigos está siempre por encima del rol que juegan algunas instituciones, mejor dicho algunos de sus responsables, que no aportan nada ni colaboran y, al contrario de los propios amigos, no están nunca cuando les llamas.  Si algo tengo claro es que, cuando crees en los que haces jamás tiras la toalla.

Vuelvo al Encuentro de Escritores. Este evento ha coincidido con muchos hechos que hay que destacar. La crisis económica, y sobre toda la social, ha mermado el estado de ánimo de mucha gente y era lógico que tuviese elementos para impedir la celebración que al final hemos llevado a cabo igualmente tirando de mucho capital humano que, en tiempos duros, es el principal recurso. Si en tiempos de crisis es normal que se desarrollen menos actividades, hemos ejercido el papel de valientes y osados para seguir luchando por nuestros proyectos porqué creemos en ellos sin duda alguna.

El mismo Encuentro ha servido para comprobar, muy gratamente, que la Red Internacional de Escritores por la Tierra se renueva y crece sin parar. Más de la mitad de los miembros asistentes en la cita de Tarragona participaban con nosotros por primera vez. Hemos conseguido, una vez más, el estado emocional ya logrado en aquel primer Encuentro celebrado en Nicaragua el año 2007. Y además hemos logrado que muchas personas que llegaron un poco agobiados a Tarragona, por la situación que sufre todo nuestro mundo, se hayan sentido aliviados y en paz, como en casa.

Abrirse a todo el mundo y ver nuevas caras con nuevas ilusiones es muy reconfortante. Estoy plenamente convencido que la RIET motiva y es cada vez más conocida. También lo sigo estando cuando mantengo que otro mundo es posible y que no estamos locos por creer en aquello que hacemos.

Quizás lo más preocupante es constatar que la crisis económica, y la consiguiente fractura social que ha provocado, es real y nos la imponen algunos en nombre de todos. El grupo de trabajo que ha analizado esta temática, con más de 500 documentos recolectados estos últimos meses y puestos ahora sobre la mesa, ha sacado unas conclusiones que deben hacernos generar aun más debate: las diferencias de sueldos entre los que menos cobran y los que más ganan es insultante, esta crisis no es real y, pese a todo, hay alternativas.

La gala de entrega de los Premis Ones Mediterrània fue todo un éxito de asistencia

Salir de esta crisis es posible pero la lucha de clases es cada vez más encarnizada y las armas de combate que arremeten contra los intereses de las naciones ya no son armas de fuego. Ahora se llaman agencias de calificación y tiene forma de institución que permiten colocar en los gobiernos a los mismos perros con distintos collares para generar una guerra sofisticada que explota a las clases obreras y promociona los intereses de los más poderosos. Debemos prepararnos para evitar que invadan nuestra propia trinchera si no queremos acabar estando todos cautivos y desahuciados.

Bastante tenemos ya con comprobar que son estas mismas instituciones y esos mismos gobiernos los que manipulan a gran parte de los medios de comunicación que, desde sus sedes internacionales o en las redacciones locales, deciden a qué se debe dar cobertura y qué se debe comunicar al lector al cual se manipula, o como mínimo se intenta, para mantenerlo controlado.

Os haré una concesión. Muchas personas me dicen que no disfruto con los logros que voy generando todos estos años. No se trata de eso. Es, sencillamente, que no tengo tiempo para saborear éxitos si quiero seguir marcándome objetivos y superándolos. Creo que mi labor es de liderar proyectos a los que se suman muchas otras personas y que los buenos resultados deben estar ahí pero no debemos dedicarnos a gozar de ellos parándonos para contemplar. Si paramos nada se mueve. Para mí, todo lo que hago es una labor de entrega a la sociedad con la cual convivo. Con cada logro conseguido, más responsabilidades tengo.

Es por eso que ya estoy pensando en la futura edición de los Premis Ones y en el futuro Sexto Encuentro de Escritores tres días después de acabar el quinto y con las pancartas que lo anunciaban aun colocadas en las plazas de la ciudad y los lugares donde hicimos todos los actos. Así soy yo. Y no deseo que nadie ni nada me cambie.

Porqué, y permitidme que acabe con esta frase, como decía el poeta griego Hesíodo: Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.

Lectura del Manifiesto de Tarragona en el Teatro Metropol.

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